Desde hace siglos, intrépidos viajeros cruzan caminos y montañas en el legendario Camino de Santiago, impulsados por un sueño lleno de magia: alcanzar la vibrante capital de Galicia y perderse en la mítica Catedral de Santiago. La leyenda cuenta que aquí están los restos del apóstol Santiago desde el siglo IX, ¡hablando de historia épica!
Pero déjame decirte que Santiago de Compostela es mucho más que su carga histórica; es una ciudad burbujeante de vida que promete enamorar a todo tipo de aventureros, peregrinos o no. Con una plétora de restaurantes y bares que ofrecen delicias marinas que te harán bailar de emoción, un centro histórico tan encantador que la UNESCO lo nombró Patrimonio Mundial, y un toque de arte contemporáneo que le da ese toque cool. Esta ciudad es un emocionante crisol de historia y modernidad en perfecta armonía.
El corazón palpitante de la ciudad se encuentra en la famosa Plaza del Obradoiro. Aquí, la Catedral, el majestuoso Palacio de Raxoi y el legendario Hostal de los Reyes Católicos, –¡se dice que podría ser el hotel más antiguo del mundo!– te estarán esperando con los brazos abiertos. No es difícil encontrar peregrinos relajándose allí, bastones en mano y conchas orgullosamente expuestas.
Aventura dentro de la Catedral con rituales que no te puedes perder: contempla el indescifrable Pórtico de la Gloria, da el icónico abrazo a la figura de Santiago, explora la cripta misteriosa, sube hasta las cubiertas por vistas alucinantes, y si tienes suerte, presenciarás el imponente botafumeiro en acción.
Los alrededores de la Catedral son un cofre del tesoro, donde cada paso desvela encantos como la Plaza de Praterías para una super vista del campanario de Berenguela, o la Plaza de Quintana con su fascinante escalinata y el impresionante Monasterio de San Martiño Pinario.
Incluso en los rincones más lejanos de la ciudad, la Catedral se roba todas las miradas. En el sereno parque de la Alameda y el mirador de Monte do Gozo, la silueta de esta poderosa estructura es el premio visual que te espera.
Cultura Culinaria y Modernismo en Galicia
Para sumergirse en los ricos aromas y sabores que consolidan la fama gastronómica de Galicia, nada se compara con una visita al Mercado de Abastos, el segundo destino más frecuentado en la ciudad. Aquí, tienes la oportunidad de adquirir y saborear mariscos frescos de las rías gallegas, disfrutar de quesos, pimientos de Padrón, y deleitarte con su popular «cocina en miniatura». La esencia de Santiago se vive también en las calles Franco y Raiña, en pleno casco antiguo. Allí, tanto gallegos como turistas han estado disfrutando de tapas desde siempre. El lugar ofrece una amplia variedad de restaurantes donde puedes degustar pulpo «a feira», vieiras, la famosa tarta de Santiago, o acompañar tus comidas con vinos como el Albariño, considerado uno de los mejores blancos del mundo.
Además de sus encantadoras calles de piedra y antiguos palacios, Santiago de Compostela también muestra su cara moderna a través de su vibrante ambiente universitario, galerías de arte, y notablemente en dos ubicaciones: el Centro Gallego de Arte Contemporáneo y la Cidade da Cultura. Esta última, diseñada por el neoyorquino Peter Eisenman, representa uno de los ejemplos más impresionantes de la arquitectura contemporánea en Galicia.
